LA JUSTICIA EN ENTREDICHO

El cazador cazado

Hay que tener doble vara
para acusar por dos trajes
mientras trinca sin ambages
en Nueva York por la cara.

La cosa ya está muy clara:
conferencias, monterías,
fugas con anomalías,
a unos muertos rescatando
y a los otros pateando…
¡Basta ya de tropelías!

Artesana, 27-3-10



El juez y el banquero

El juez se ve en un apuro
por no encausar a un banquero
tras recibir su dinero,
vaya borrón mas oscuro.

Y ese grupito, tan puro,
cejialzado paticojo,
lo defiende con arrojo.
Hace falta manga ancha
para que salga esta mancha
que destiñe tinte rojo.

Artesana, 15-4-10



El juez

Pruebas de que Franco ha muerto
pide el titán de la toga,
y alguno casi se ahoga
con la orden del “experto”.

Superado el desconcierto,
viendo las barbas mojar,
Carrillo dijo: “ni hablar,
perdonemos lo pasado
que todo ha sido amnistiado,
y pelillos a la mar.

Artesana, 7-4-10



El juez juzgado

Ante el lujo se desquicia,
caza y prevaricación,
todo a cambio de un sillón
para colmar su avaricia.

Ciega ha de ser la justicia
para juzgar con acierto.
Ciego sí, pero no tuerto,
pues por mirar hacia un lado,
el juez se ve de encausado
y cargando con el muerto.

Artesana, 27-3-10