Fin de año -sonetos invertido, normal y alejandrino- (31-12-15)
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Fin de año -sonetos invertido, normal y alejandrino- (31-12-15)
Fin de año
De rondón tras las doce campanadas,
sin entender de penas o emociones,
la parca se aproxima a nuestro encuentro
disuelta entre las horas agotadas,
pues, insensible a las celebraciones,
va avanzando implacable desde adentro.
Festejamos la entrada y la salida
ante un pavo sobre la fuente inerte
del festín que al relevo lo convierte
en una emocionante despedida.
Cada copa se eleva inadvertida
para un brindis festivo con la muerte,
uva a uva, pidiendo por la suerte
al compás del reloj de nuestra vida.
Artesana, 31-12-14
..............................
Fin de año
De rondón entre doce campanadas,
la parca se te pega a los talones;
sin entender de penas o emociones,
avanza tras las horas agotadas.
Los años van marcando sus pisadas,
pues, insensible a las celebraciones,
camina a conquistar sus posesiones
encima de tus suelas desgastadas.
Festejamos del año la partida
ante un festín que al cambio lo convierte
en una emocionante despedida.
Cada copa es un brindis con la muerte,
uva a uva, pidiendo por la suerte
al compás del reloj de nuestra vida.
Artesana, 31-1-15
Fin de año
De rondón y tras doce silentes campanadas,
la parca se me pega callada a los talones
sin entender de fuertes o leves emociones
mientras sorben sus fauces las horas agotadas.
Los años van marcando mi piel de sus pisadas,
pues su afán, insensible a las celebraciones,
camina a conquistar ganadas posesiones
hollando entre sus huellas mis suelas desgastadas.
Festejaré la entrada después de la salida
del festín que al festivo relevo lo convierte
en una emocionante cansina despedida.
Cada copa es un brindis secreto con la muerte;
uva a uva, la alcanzo pidiendo por la suerte
al compás del reloj gastado de mi vida.
Artesana, 31-12-15
De rondón tras las doce campanadas,
sin entender de penas o emociones,
la parca se aproxima a nuestro encuentro
disuelta entre las horas agotadas,
pues, insensible a las celebraciones,
va avanzando implacable desde adentro.
Festejamos la entrada y la salida
ante un pavo sobre la fuente inerte
del festín que al relevo lo convierte
en una emocionante despedida.
Cada copa se eleva inadvertida
para un brindis festivo con la muerte,
uva a uva, pidiendo por la suerte
al compás del reloj de nuestra vida.
Artesana, 31-12-14
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Fin de año
De rondón entre doce campanadas,
la parca se te pega a los talones;
sin entender de penas o emociones,
avanza tras las horas agotadas.
Los años van marcando sus pisadas,
pues, insensible a las celebraciones,
camina a conquistar sus posesiones
encima de tus suelas desgastadas.
Festejamos del año la partida
ante un festín que al cambio lo convierte
en una emocionante despedida.
Cada copa es un brindis con la muerte,
uva a uva, pidiendo por la suerte
al compás del reloj de nuestra vida.
Artesana, 31-1-15
Fin de año
De rondón y tras doce silentes campanadas,
la parca se me pega callada a los talones
sin entender de fuertes o leves emociones
mientras sorben sus fauces las horas agotadas.
Los años van marcando mi piel de sus pisadas,
pues su afán, insensible a las celebraciones,
camina a conquistar ganadas posesiones
hollando entre sus huellas mis suelas desgastadas.
Festejaré la entrada después de la salida
del festín que al festivo relevo lo convierte
en una emocionante cansina despedida.
Cada copa es un brindis secreto con la muerte;
uva a uva, la alcanzo pidiendo por la suerte
al compás del reloj gastado de mi vida.
Artesana, 31-12-15
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