El ratoncito - Romance dentro de un romance -
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El ratoncito - Romance dentro de un romance -
El ratoncito
El parque presintiendo ya el invierno,
aunque nadie advirtiera la nevada,
se ha cubierto de noche y por encanto
el relieve despunta blanco al alba.
Muy prudente comienza su rutina
el ratón, siempre oculto en las mañanas,
pero entonces, por un fugaz instante,
viendo el sol sobre el mar de la terraza,
altera su cuidado matinal:
feliz, sin precauciones se destapa,
disfruta del inmenso mar nevado,
chapotea en la espuma de la escarcha...
Con su instinto felino siempre atento,
sorprende al imprudente nuestra gata,
arrastra el cuerpecito por la acera
y lo engulle delante de mi casa.
Los vientos se suavizan al ocaso,
la calle ya anochece en plena calma.
Cuida del hilo frágil de tu vida,
porque la vida sigue y no se para.
Artesana, 7-4.20
Aunque nadie advirtiera la nevada,
el relieve despunta blanco al alba.
El ratón, siempre oculto en las mañanas,
viendo el sol sobre el mar de la terraza,
feliz, sin precauciones se destapa,
chapotea en la espuma de la escarcha...
Sorprende al imprudente nuestra gata
y lo engulle delante de mi casa.
La calle ya anochece en plena calma
porque la vida sigue y no se para.
Artesana, 7-4-20
El parque presintiendo ya el invierno,
aunque nadie advirtiera la nevada,
se ha cubierto de noche y por encanto
el relieve despunta blanco al alba.
Muy prudente comienza su rutina
el ratón, siempre oculto en las mañanas,
pero entonces, por un fugaz instante,
viendo el sol sobre el mar de la terraza,
altera su cuidado matinal:
feliz, sin precauciones se destapa,
disfruta del inmenso mar nevado,
chapotea en la espuma de la escarcha...
Con su instinto felino siempre atento,
sorprende al imprudente nuestra gata,
arrastra el cuerpecito por la acera
y lo engulle delante de mi casa.
Los vientos se suavizan al ocaso,
la calle ya anochece en plena calma.
Cuida del hilo frágil de tu vida,
porque la vida sigue y no se para.
Artesana, 7-4.20
Aunque nadie advirtiera la nevada,
el relieve despunta blanco al alba.
El ratón, siempre oculto en las mañanas,
viendo el sol sobre el mar de la terraza,
feliz, sin precauciones se destapa,
chapotea en la espuma de la escarcha...
Sorprende al imprudente nuestra gata
y lo engulle delante de mi casa.
La calle ya anochece en plena calma
porque la vida sigue y no se para.
Artesana, 7-4-20
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