VIVENCIAS (TODOS)
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VIVENCIAS (TODOS)
Semana Santa
En los días lejanos del tiempo de la infancia,
cuando todo se graba por dentro, y la Pasión
eran palmas rizadas de ingenua devoción,
los lutos cuaresmales quedaban a distancia.
Recuerdo que hasta el viento medía su arrogancia,
fervoroso amainaba frente a la procesión
y, en tanto las horquillas pasaban con su son,
perfumaba a la Virgen de marina fragancia.
Hoy de nuevo la plata se hará mantón bordado,
caminará María mientras la luna irisa
las lágrimas dolientes de sus ojos serenos.
¡Ay, Cádiz!, mi tacita varada en el pasado,
gaviota tierra adentro, me pierdo sin la brisa
que le mece los pasos a nuestros Nazarenos.
Artesana, 17-4-14
Sin nacer
Se me viste de duelo la ternura,
mi niño sin pasado ni presente,
bautizado en tu soledad oscura
con el agua amorosa de mi fuente.
He sentido tus pálpitos vitales
como puede una madre solamente,
y ahora, envueltos en ecos sepulcrales,
acuden con su son desventurado
a estos tristes rimados funerales.
Pues yo noto tu corazón parado,
quizá la entonación de mis palabras
te mecerá la cuna al otro lado
y te libre de imágenes macabras,
más, si hay vida después de la existencia,
llegaré cuando al fin los ojos abras
a abrazar mi conciencia a tu conciencia.
Artesana, 15-11-14
Autorretrato machadiano
Son siempre gaditanos los sueños infantiles
bajo la inmensa sombra del árbol de mi abuelo.
La familia y la tierra fraguaron los abriles
que a mis horas amargas les sirven de consuelo.
Amé como debía y he sido bien amada
—como era lo esperado según lo conveniente—;
pero nada he querido que no me diera nada,
y mi rama da frutos de mi propia simiente.
Por las venas me corre tinta chirigotera
donde bebe ironía la rima de mis versos;
aunque a Machado vuele mi inspiración primera,
Quevedo es quien resuelve los impulsos adversos.
A veces, golondrina, prefiero ser gaviota
surcando el horizonte continuo de los mares,
porque he nacido libre, que libre es mi derrota
mientras abajo quedan anclados los pesares.
Y, cuando al fin las alas reclamen su reposo
rendidas por las nubes penosas de la edad,
con la sutil esencia del humo vaporoso,
me haré sobre la espuma salada claridad.
Artesana, 8-11-14
A Alba
Alba avanza, pasea su hermosura
bajo un arco de altivos capiteles,
el cabello trenzado entre laureles
y con plata ceñida la cintura.
Camina repartiendo galanura;
de blanco; en la mirada, cascabeles.
¡Ojalá la ventura de estas mieles
le haga eterno el amor a su alma pura!
La niña de románticos antojos
ante el altar se siente la elegida.
Ya pasaron los nervios, los enojos,
deja atrás cualquier duda reprimida
y, con los ojos puestos en sus ojos,
acepta al compañero de su vida.
Artesana, 14-10-14
La mar ausente
Cuando el sol se desliza entre las tejas
por la raya sin fin del horizonte,
mientras sobre los grises de la calle
los dorados se opacan suavemente,
presiento tras la fila de ladrillo
como una sensación indefinible
en mis viejos recuerdos impregnada
la inmensidad ausente del azul.
Me parecen gaviotas los vencejos
y olas son esos techos ondulados
iguales a las ondas de la mar.
La llevo tan adentro que la noto
cercana aunque no pueda ver la espuma
ni el viento traiga olor a su murmullo.
Artesana, 10-7-14
Elegía a un tiempo que no volverá
Se fue sin avisar la primavera,
sus minutos ardieron en la hoguera
feliz de las primeras emociones
con el fecundo ardor de mis pasiones.
Las colmadas cosechas del estío,
poco a poco, se llenan de vacío;
ya el otoño marchita la prestancia
del último rosal, y su fragancia
recibe a los lamentos invernales
hasta que se evapore entre sus males.
¿Dónde estará mi juventud perdida?,
¿de quién es esta cara envejecida?
Mi imagen se diluye ante el espejo
del paso inexorable de la vida
y pronto no seré ni mi reflejo.
Artesana, 14-6-14
Decisiones
La libertad supone decisiones
de errores que, por leves que hayan sido,
son pronto relegados al olvido
tal si fueran malignas perversiones.
Cuando todo requiere bendiciones,
la distinto es un reto desmedido
que presupone un riesgo indefinido,
mas ¿qué puede lograrse sin tensiones?
Desde que de las cosas fui consciente,
gozaba entre retóricos dilemas
y nunca detuvieron los problemas
al afán de mi espíritu exigente.
La fortuna jamás me dio de lado,
pues solo quien se rinde no ha ganado.
Artesana, 25-5-14
Mamá, felicidades
Me cuidaste, mamita, de pequeña,
cuando joven, alegre y decidida,
de tu mano amorosa nuestra vida
era solo una música risueña.
Del mundo del pasado eres la dueña,
en tu mente, por siempre, late impreso
el tiempo de un camino sin regreso
que vive dentro de tu corazón,
y hoy te mando de felicitación
las flores de mis rimas con un beso.
Artesana, 4-5-14
Vieja luna
Despacio va adueñándose del día,
la blanca sombra brilla entre mi pelo,
imparable desciende el triste velo
sin que nada detenga su osadía.
Traspasa la ventana y me porfía,
cetrina, con su resplandor de hielo;
parada como un buitre sobre el cielo
aguarda a que se acabe mi energía.
Noche a noche, se vuelve calendario,
no hay valla ni cerrojo, puerta o reja
que intercepte su avance rutinario.
Contemplará la vida que se aleja
y al alba dará un beso a mi sudario,
vieja luna besando mi alma vieja.
Artesana, 1-3-14
La mar ausente
El sol desaparece entre tejados
por la raya sin fin del bulevar
mientras, sobre las piedras de un solar,
se opacan suavemente sus dorados.
Como una evocación sin desanclar
en mis viejos recuerdos añorados,
presiento tras la fila de adosados
el azul verdiblanco de la mar.
Me parecen gaviotas los vencejos
y olas son los techados que, bermejos,
igualan mi horizonte con el suyo,
pues lo llevo tan dentro que lo intuyo
cercano, aunque la espuma brille lejos
y el viento no me traiga su murmullo.
Artesana, 26-5-12
La mar ausente
Cuando el sol se desliza entre las tejas
por la raya sin fin del horizonte,
mientras sobre los grises de la calle
los dorados se opacan suavemente,
presiento tras la fila de ladrillo
como una sensación indefinible,
en mis viejos recuerdos impregnada,
la inmensidad ausente del azul.
Me parecen gaviotas los vencejos
y olas son esos techos ondulados
iguales a las ondas de la mar.
La llevo tan adentro que la noto
cercana aunque no pueda ver la espuma
ni el viento traiga olor a su murmullo.
Artesana, 10-7-14
Cádiz
Los sitios de la infancia
le ponen referencias a mi mundo,
La Camelia, El Anteojo y los helados
de Los Italianos. A distancia
aromas y sabores
de los felices días ya pasados,
pero nunca olvidados,
pues son luz de vivencias posteriores
como una llama eterna en duermevela
que quita de la vida los temores.
La imagen de los ojos de una niña,
nacida bajo el sol de la Victoria
y ungida con la sal del carnaval,
porque al fin las verdades de mi historia
son la letra vital
de mi propio camino,
cantadas por el coro del destino
entre las plazoletas de mi Cádiz.
Artesana, 15-10-13
El lazo en la distancia
Te buscan de mañana mis sentidos,
te extraño cuando el cielo de la tarde
irisa sobre el sol que se deshace
y en sueños vengo a ti como en un rito.
Me envuelvo de tu espuma acariciante
y llegas, poro a poro, a mí, sumiso,
hasta que se confunden con los míos
el vigor de tus ímpetus vitales.
Inundo los sentidos de tu fuerza,
calmando mi ansiedad, que la memoria
no seque sus recuerdos de nostalgia.
Así, con tus impulsos por mis venas
el arrullar de la marea acorta
el lazo que nos une en la distancia.
Artesana, 20-9- 13
Puesta de sol en Cabo Negro
El cielo en el ocaso tornasola
y la brisa recorre la herradura
de la orilla bañada por la ola
que salpica la playa de blancura.
Rojo el disco solar reduce altura
para besar el Rif con la aureola
mientras se vuelve plata la lisura
del color de las aguas crisocola.
Descienden los reflejos, poco a poco,
siguiendo del ocaso la tangente,
el faro se ilumina de relevo
y bajo los destellos de su foco
Cabo Negro anochece lentamente
hasta que el sol encienda un día nuevo.
Artesana, 1-9-13
Puesta de sol en Cabo Negro
El cielo en el ocaso tornasola
y la brisa recorre la herradura
de la orilla bañada por la ola
que salpica la playa de blancura.
Siguiendo su camino,
rojo el disco solar reduce altura
para prender al Rif
con el fulgor sin par de su aureola
mientras se hace de plata la lisura
del color de las aguas crisocola.
Todo se torna calma,
detrás del horizonte,
los reflejos descienden poco a poco,
alzado sobre el monte,
el faro se ilumina de relevo
y, bajo los destellos de su foco,
Cabo Negro anochece
hasta que el sol encienda el día nuevo.
Artesana, 1-9-13
El día de la madre
Llueve flores por ti la primavera,
mi sentimiento fluye libremente
cuando vuelve tu imagen recurrente
al lugar donde eres la primera.
La distancia del tiempo, traicionera,
me aleja de tus brazos tristemente,
pero, mamá, de nuevo, quien pudiera
volver a tu regazo complaciente.
Ahora que en tus luces aún me nombras,
mientras soy un pasado conocido
tras el turbio presente de tu entorno,
y antes de que te pierdas en las sombras
despiadadas y oscuras del olvido
por su amargo camino sin retorno.
Artesana, 3-5-13
Virgo
No hay duda de que virgo es exigente,
nos parece del todo maniática,
llevada por su perfección lunática,
la razón de su fiebre diligente.
Por fortuna le gusta ser prudente,
y como su manía no es dogmática
le ofrece una sonrisa diplomática
a quienes no comparten ascendente.
Para sí mismo en cambio no hay perdón,
pues no acepta ni el más humilde fallo
del producto final de sus proyectos,
con una minuciosa devoción,
los cambiará, paciente, sin desmayo
hasta ver resultados ya perfectos.
Artesana, 2-2-13
La gaviota en el estanque
Ausente de la playa tan remota,
recortada en el marco de su albor,
el ave, ajena a todo el derredor,
semeja una ilusión de terracota.
Lejos de casa, diles tú, gaviota,
cómo se siente el mar, cómo el rumor
ausente de la ola es resquemor
de frustración perdida la derrota.
Cómo el cuerpo calmado no descansa
cuando la faz serena de la fuente
agita remolinos interiores
mientras se torna amarga el agua mansa,
se recuerda la sal de la corriente
o se añoran aromas y sabores.
Artesana, 5-2-11
Artesana…, 300.000 entradas
Internet es un tránsito errabundo,
se suceden la flor de la inocencia
y el guiño de la más cruda insolencia
tras el cristal de su saber fecundo.
La palabra circula en este mundo,
visible solo a instancias de una audiencia
que concede a las páginas vigencia
una hora o apenas un segundo.
Surcando esta distancia tan cercana
navegan mi tristeza y mi alegría
salpicadas de brisa gaditana.
Gracias a los que abrieron mi ventana:
al sol de vuestro afecto, día a día,
vuela libre la pluma de Artesana.
Artesana, 3-6-10
El respeto
Respeto no es dormir los sentimientos
que acunan la raíz de tu memoria
con la gris letanía de otros cuentos
extraños a la esencia de tu historia.
Respeto no es bañarse en los lamentos
de la corriente turbia de una noria
cegada en su constancia giratoria
para paliar ajenos descontentos.
Es traer nuevos aires a tu estancia
sin cambiar las estatuas de los lares
por ídolos de barro mal cocido.
La ola moldeada en la alternancia
que conforma el rumor de nuestros mares
y el eterno vaivén de su latido.
Artesana, 28-1-10
El respeto
Respeto no es tan solo dormir los sentimientos
firmes en las raíces que forjan tu memoria
con la gris letanía de raros nuevos cuentos
extraños a la esencia de tu real historia.
Respeto no es bañarse en oscuros lamentos
o en la corriente turbia de una atascada noria
cegada en su torcida constante giratoria
para paliar la audacia de ajenos descontentos.
Es traer nuevos aires a tu querida estancia
sin cambiar las estatuas de los queridos lares
por ídolos modernos de barro mal cocido.
La ola moldeada en la viva alternancia,
sana por la pureza de nuestros propios mares
y el eterno vaivén de su cordial latido.
Artesana, 28-1-10
Al Universo de la web
Aburrida de andar un Universo
de poetas lastrados de rencores,
poetisas tentando bienhechores
y moscones huyendo del Inserso.
Tras soportar envites del disperso
y eludir a una trepa sin valores,
me refugio en el mundo de colores
que brota en cada rima, verso a verso.
Busco el tiempo dormido en los poemas,
veo estrofas con huellas de mis hijos
en las hojas perdidas de algún foro.
Recupero en la tinta los grafemas
sujetos de los temas más prolijos
y sigo mi camino sin desdoro.
Testimonio sonoro,
sus letras son un canto a mi medida,
limpias, como mis manos y mi vida.
Artesana, 18-3-10
Dedicado a mi tía Mamen que nos dejó rodeada de los suyos y dando ejemplo de fortaleza, fe y amor a su
familia.
La flor de su sonrisa
Brisa y viento, jazmín, romero y jara,
herida por la zarpa del destino,
renace entre las sombras de su sino
enfrentando la vida cara a cara.
No quiso que la muerte la rozara
con la hiel de su aliento vespertino,
no quiso, ni en la linde del camino,
rendirle su sonrisa franca y clara.
Valiente, sus tres hijos a su lado,
mimada por los nietos que ha cuidado
se entrega al más allá con entereza.
Dando ejemplo de fe, dulce y sumisa,
los consuela y se apaga mientras reza
en los labios la flor de su sonrisa.
Artesana, 10-3-10
Maternidad
Muñecos infantiles sugerentes
preparan tu alegría venidera,
mi cuerpo es una fértil primavera
desbordado entre ritos inconscientes.
Soplos de sensaciones diferentes,
volviendo del revés mi vida entera,
crepitan sobre llamas de una hoguera
viva pese a los miedos reticentes.
En una esfera aislada de este mundo,
buceas protegido por mi apego,
que te acuna en su mar tibio y fecundo.
Fuera la nebulosa, dentro el fuego,
y, agitados de un vórtice profundo,
llegan la luz, tu llanto y el sosiego.
Artesana. Dic. 2007
Compañía de María
En el alma marcado está dormido
el pasado, indeleble como tinta,
borrosa y aún legible, mi ya extinta
infancia sigue viva en su latido.
Crónica de un saber jamás perdido,
aquel aula en caprichos tan sucinta
brilló con la enseñanza variopinta
que fue luz de mi mundo reducido.
Dibujando vivencias, quedamente
pervive una niñez de privilegio,
contrapunto y raíz de mi presente.
Si la fe degenera en sortilegio
y el frío se hace páramo en mi frente,
yo le rezo a la Virgen del colegio.
Ana Vizcarrondo -Artesana. Dic. 2007
Las manos de mi padre
Al aire adormecida, ensoñaciones
se mezclan con el agua del rocío,
las noto como un leve escalofrío
penetrar gota a gota en mis pulsiones.
Son lágrimas del mar de mi consciente
apegado al sentir tibio de antaño
que ruedan aliviando cualquier daño
intruso entre las olas del presente.
Recuerdo claramente en esta euforia
la luz que transformaba en suaves brisas
las noches de tormenta y desencuadre.
Un tacto que pervive en la memoria,
entrelazando llantos y sonrisas
mis manos en las manos de mi padre.
Artesana, 1-6-08
Libre
Feliz voy por las sendas imperiales
que conducen el alma a su victoria,
yo no pienso seguiros en la noria
de vuestras paranoias demenciales,
porque quiero elevar limpios los ojos
con la luz que me dan mis tradiciones,
libre al fin de revanchas y traiciones,
a salvo de dogmáticos cerrojos.
Aguardad a los trenes sin destino
prisioneros de un mundo imaginario
y de esa fe apegada a dogmas viejos.
Aguardad en los bordes del camino
esperando al mesías libertario
que os redima de miedos y complejos.
Artesana, 31-7-08
Tu y yo
Yo no soy el secreto de un poema,
yo no tengo inocencia de paloma,
no me siento a llorar bajo la luna
ni sigo el devenir de la corriente.
Quiero ser la respuesta no prevista,
la luz entre los peces de colores,
chapoteos de un niño sobre el barro
y esa sed que se siente a media tarde.
Cuando llegas no busco la razón,
las sombras se iluminan cuando ríes,
por tus ojos asoma el universo,
lo comprendo a través del mundo tuyo
que hago mío sin dudas, y te noto
a través del silencio de mi ritmo.
Artesana, 12-8-08
El momento de las flores
No quisiera morir y ver mañana
mi foto amortajada bajo un lazo,
pluma amarga de cuervo, negro trazo
deprimente colgado en la ventana.
Me atormenta ese cerco de obsidiana
convertido en postrero aldabonazo
que ensombrezca con un funesto abrazo
la paz de mi sonrisa cotidiana.
Enlutados desfilan los rencores,
reniego de las falsas despedidas
a remolque de un frío impulso lerdo.
Cuando llegue el momento de las flores,
quiero solo las lágrimas vertidas
por las ondas felices del recuerdo.
Artesana, 31-10-08
Cremación
Cuando muera prefiero hacerme flor
en un ramo de llamas coralinas
y unirme a las ardientes danzarinas
redimida del frío enterrador.
Tras las cruces del rito funerario,
remontada la pira de mi fuego,
todo es brisa, suspiros y sosiego,
libre al fin de ese último sudario.
Nada habrá que profane mi reposo,
discurriendo entre gráciles volutas,
seré humo envolvente caprichoso.
Ascenderé senderos celestiales
a encontrar las verdades absolutas
desnuda de los hábitos mortales.
Artesana, 5-11-08
A mi perro Ránger
Se desdibuja el parque a cada paso,
la fuente no me envía su sonido;
con la angustia del ánimo vencido,
lloro lo inexorable del ocaso.
No acude, quieto el rabo consentido,
a calmar un suspiro de fracaso
ni compone su gesto de payaso
para imprimirle tono a mi latido.
Vivo aún nuestro vínculo vital,
acaricio su hocico siempre atento,
ya frío, sin cariño, sin aliento.
Y, asida a la verdad más ilusoria,
lo siento en otro plano intemporal
alegrando el jardín de mi memoria.
Artesana, 13-1-10
En los días lejanos del tiempo de la infancia,
cuando todo se graba por dentro, y la Pasión
eran palmas rizadas de ingenua devoción,
los lutos cuaresmales quedaban a distancia.
Recuerdo que hasta el viento medía su arrogancia,
fervoroso amainaba frente a la procesión
y, en tanto las horquillas pasaban con su son,
perfumaba a la Virgen de marina fragancia.
Hoy de nuevo la plata se hará mantón bordado,
caminará María mientras la luna irisa
las lágrimas dolientes de sus ojos serenos.
¡Ay, Cádiz!, mi tacita varada en el pasado,
gaviota tierra adentro, me pierdo sin la brisa
que le mece los pasos a nuestros Nazarenos.
Artesana, 17-4-14
Sin nacer
Se me viste de duelo la ternura,
mi niño sin pasado ni presente,
bautizado en tu soledad oscura
con el agua amorosa de mi fuente.
He sentido tus pálpitos vitales
como puede una madre solamente,
y ahora, envueltos en ecos sepulcrales,
acuden con su son desventurado
a estos tristes rimados funerales.
Pues yo noto tu corazón parado,
quizá la entonación de mis palabras
te mecerá la cuna al otro lado
y te libre de imágenes macabras,
más, si hay vida después de la existencia,
llegaré cuando al fin los ojos abras
a abrazar mi conciencia a tu conciencia.
Artesana, 15-11-14
Autorretrato machadiano
Son siempre gaditanos los sueños infantiles
bajo la inmensa sombra del árbol de mi abuelo.
La familia y la tierra fraguaron los abriles
que a mis horas amargas les sirven de consuelo.
Amé como debía y he sido bien amada
—como era lo esperado según lo conveniente—;
pero nada he querido que no me diera nada,
y mi rama da frutos de mi propia simiente.
Por las venas me corre tinta chirigotera
donde bebe ironía la rima de mis versos;
aunque a Machado vuele mi inspiración primera,
Quevedo es quien resuelve los impulsos adversos.
A veces, golondrina, prefiero ser gaviota
surcando el horizonte continuo de los mares,
porque he nacido libre, que libre es mi derrota
mientras abajo quedan anclados los pesares.
Y, cuando al fin las alas reclamen su reposo
rendidas por las nubes penosas de la edad,
con la sutil esencia del humo vaporoso,
me haré sobre la espuma salada claridad.
Artesana, 8-11-14
A Alba
Alba avanza, pasea su hermosura
bajo un arco de altivos capiteles,
el cabello trenzado entre laureles
y con plata ceñida la cintura.
Camina repartiendo galanura;
de blanco; en la mirada, cascabeles.
¡Ojalá la ventura de estas mieles
le haga eterno el amor a su alma pura!
La niña de románticos antojos
ante el altar se siente la elegida.
Ya pasaron los nervios, los enojos,
deja atrás cualquier duda reprimida
y, con los ojos puestos en sus ojos,
acepta al compañero de su vida.
Artesana, 14-10-14
La mar ausente
Cuando el sol se desliza entre las tejas
por la raya sin fin del horizonte,
mientras sobre los grises de la calle
los dorados se opacan suavemente,
presiento tras la fila de ladrillo
como una sensación indefinible
en mis viejos recuerdos impregnada
la inmensidad ausente del azul.
Me parecen gaviotas los vencejos
y olas son esos techos ondulados
iguales a las ondas de la mar.
La llevo tan adentro que la noto
cercana aunque no pueda ver la espuma
ni el viento traiga olor a su murmullo.
Artesana, 10-7-14
Elegía a un tiempo que no volverá
Se fue sin avisar la primavera,
sus minutos ardieron en la hoguera
feliz de las primeras emociones
con el fecundo ardor de mis pasiones.
Las colmadas cosechas del estío,
poco a poco, se llenan de vacío;
ya el otoño marchita la prestancia
del último rosal, y su fragancia
recibe a los lamentos invernales
hasta que se evapore entre sus males.
¿Dónde estará mi juventud perdida?,
¿de quién es esta cara envejecida?
Mi imagen se diluye ante el espejo
del paso inexorable de la vida
y pronto no seré ni mi reflejo.
Artesana, 14-6-14
Decisiones
La libertad supone decisiones
de errores que, por leves que hayan sido,
son pronto relegados al olvido
tal si fueran malignas perversiones.
Cuando todo requiere bendiciones,
la distinto es un reto desmedido
que presupone un riesgo indefinido,
mas ¿qué puede lograrse sin tensiones?
Desde que de las cosas fui consciente,
gozaba entre retóricos dilemas
y nunca detuvieron los problemas
al afán de mi espíritu exigente.
La fortuna jamás me dio de lado,
pues solo quien se rinde no ha ganado.
Artesana, 25-5-14
Mamá, felicidades
Me cuidaste, mamita, de pequeña,
cuando joven, alegre y decidida,
de tu mano amorosa nuestra vida
era solo una música risueña.
Del mundo del pasado eres la dueña,
en tu mente, por siempre, late impreso
el tiempo de un camino sin regreso
que vive dentro de tu corazón,
y hoy te mando de felicitación
las flores de mis rimas con un beso.
Artesana, 4-5-14
Vieja luna
Despacio va adueñándose del día,
la blanca sombra brilla entre mi pelo,
imparable desciende el triste velo
sin que nada detenga su osadía.
Traspasa la ventana y me porfía,
cetrina, con su resplandor de hielo;
parada como un buitre sobre el cielo
aguarda a que se acabe mi energía.
Noche a noche, se vuelve calendario,
no hay valla ni cerrojo, puerta o reja
que intercepte su avance rutinario.
Contemplará la vida que se aleja
y al alba dará un beso a mi sudario,
vieja luna besando mi alma vieja.
Artesana, 1-3-14
La mar ausente
El sol desaparece entre tejados
por la raya sin fin del bulevar
mientras, sobre las piedras de un solar,
se opacan suavemente sus dorados.
Como una evocación sin desanclar
en mis viejos recuerdos añorados,
presiento tras la fila de adosados
el azul verdiblanco de la mar.
Me parecen gaviotas los vencejos
y olas son los techados que, bermejos,
igualan mi horizonte con el suyo,
pues lo llevo tan dentro que lo intuyo
cercano, aunque la espuma brille lejos
y el viento no me traiga su murmullo.
Artesana, 26-5-12
La mar ausente
Cuando el sol se desliza entre las tejas
por la raya sin fin del horizonte,
mientras sobre los grises de la calle
los dorados se opacan suavemente,
presiento tras la fila de ladrillo
como una sensación indefinible,
en mis viejos recuerdos impregnada,
la inmensidad ausente del azul.
Me parecen gaviotas los vencejos
y olas son esos techos ondulados
iguales a las ondas de la mar.
La llevo tan adentro que la noto
cercana aunque no pueda ver la espuma
ni el viento traiga olor a su murmullo.
Artesana, 10-7-14
Cádiz
Los sitios de la infancia
le ponen referencias a mi mundo,
La Camelia, El Anteojo y los helados
de Los Italianos. A distancia
aromas y sabores
de los felices días ya pasados,
pero nunca olvidados,
pues son luz de vivencias posteriores
como una llama eterna en duermevela
que quita de la vida los temores.
La imagen de los ojos de una niña,
nacida bajo el sol de la Victoria
y ungida con la sal del carnaval,
porque al fin las verdades de mi historia
son la letra vital
de mi propio camino,
cantadas por el coro del destino
entre las plazoletas de mi Cádiz.
Artesana, 15-10-13
El lazo en la distancia
Te buscan de mañana mis sentidos,
te extraño cuando el cielo de la tarde
irisa sobre el sol que se deshace
y en sueños vengo a ti como en un rito.
Me envuelvo de tu espuma acariciante
y llegas, poro a poro, a mí, sumiso,
hasta que se confunden con los míos
el vigor de tus ímpetus vitales.
Inundo los sentidos de tu fuerza,
calmando mi ansiedad, que la memoria
no seque sus recuerdos de nostalgia.
Así, con tus impulsos por mis venas
el arrullar de la marea acorta
el lazo que nos une en la distancia.
Artesana, 20-9- 13
Puesta de sol en Cabo Negro
El cielo en el ocaso tornasola
y la brisa recorre la herradura
de la orilla bañada por la ola
que salpica la playa de blancura.
Rojo el disco solar reduce altura
para besar el Rif con la aureola
mientras se vuelve plata la lisura
del color de las aguas crisocola.
Descienden los reflejos, poco a poco,
siguiendo del ocaso la tangente,
el faro se ilumina de relevo
y bajo los destellos de su foco
Cabo Negro anochece lentamente
hasta que el sol encienda un día nuevo.
Artesana, 1-9-13
Puesta de sol en Cabo Negro
El cielo en el ocaso tornasola
y la brisa recorre la herradura
de la orilla bañada por la ola
que salpica la playa de blancura.
Siguiendo su camino,
rojo el disco solar reduce altura
para prender al Rif
con el fulgor sin par de su aureola
mientras se hace de plata la lisura
del color de las aguas crisocola.
Todo se torna calma,
detrás del horizonte,
los reflejos descienden poco a poco,
alzado sobre el monte,
el faro se ilumina de relevo
y, bajo los destellos de su foco,
Cabo Negro anochece
hasta que el sol encienda el día nuevo.
Artesana, 1-9-13
El día de la madre
Llueve flores por ti la primavera,
mi sentimiento fluye libremente
cuando vuelve tu imagen recurrente
al lugar donde eres la primera.
La distancia del tiempo, traicionera,
me aleja de tus brazos tristemente,
pero, mamá, de nuevo, quien pudiera
volver a tu regazo complaciente.
Ahora que en tus luces aún me nombras,
mientras soy un pasado conocido
tras el turbio presente de tu entorno,
y antes de que te pierdas en las sombras
despiadadas y oscuras del olvido
por su amargo camino sin retorno.
Artesana, 3-5-13
Virgo
No hay duda de que virgo es exigente,
nos parece del todo maniática,
llevada por su perfección lunática,
la razón de su fiebre diligente.
Por fortuna le gusta ser prudente,
y como su manía no es dogmática
le ofrece una sonrisa diplomática
a quienes no comparten ascendente.
Para sí mismo en cambio no hay perdón,
pues no acepta ni el más humilde fallo
del producto final de sus proyectos,
con una minuciosa devoción,
los cambiará, paciente, sin desmayo
hasta ver resultados ya perfectos.
Artesana, 2-2-13
La gaviota en el estanque
Ausente de la playa tan remota,
recortada en el marco de su albor,
el ave, ajena a todo el derredor,
semeja una ilusión de terracota.
Lejos de casa, diles tú, gaviota,
cómo se siente el mar, cómo el rumor
ausente de la ola es resquemor
de frustración perdida la derrota.
Cómo el cuerpo calmado no descansa
cuando la faz serena de la fuente
agita remolinos interiores
mientras se torna amarga el agua mansa,
se recuerda la sal de la corriente
o se añoran aromas y sabores.
Artesana, 5-2-11
Artesana…, 300.000 entradas
Internet es un tránsito errabundo,
se suceden la flor de la inocencia
y el guiño de la más cruda insolencia
tras el cristal de su saber fecundo.
La palabra circula en este mundo,
visible solo a instancias de una audiencia
que concede a las páginas vigencia
una hora o apenas un segundo.
Surcando esta distancia tan cercana
navegan mi tristeza y mi alegría
salpicadas de brisa gaditana.
Gracias a los que abrieron mi ventana:
al sol de vuestro afecto, día a día,
vuela libre la pluma de Artesana.
Artesana, 3-6-10
El respeto
Respeto no es dormir los sentimientos
que acunan la raíz de tu memoria
con la gris letanía de otros cuentos
extraños a la esencia de tu historia.
Respeto no es bañarse en los lamentos
de la corriente turbia de una noria
cegada en su constancia giratoria
para paliar ajenos descontentos.
Es traer nuevos aires a tu estancia
sin cambiar las estatuas de los lares
por ídolos de barro mal cocido.
La ola moldeada en la alternancia
que conforma el rumor de nuestros mares
y el eterno vaivén de su latido.
Artesana, 28-1-10
El respeto
Respeto no es tan solo dormir los sentimientos
firmes en las raíces que forjan tu memoria
con la gris letanía de raros nuevos cuentos
extraños a la esencia de tu real historia.
Respeto no es bañarse en oscuros lamentos
o en la corriente turbia de una atascada noria
cegada en su torcida constante giratoria
para paliar la audacia de ajenos descontentos.
Es traer nuevos aires a tu querida estancia
sin cambiar las estatuas de los queridos lares
por ídolos modernos de barro mal cocido.
La ola moldeada en la viva alternancia,
sana por la pureza de nuestros propios mares
y el eterno vaivén de su cordial latido.
Artesana, 28-1-10
Al Universo de la web
Aburrida de andar un Universo
de poetas lastrados de rencores,
poetisas tentando bienhechores
y moscones huyendo del Inserso.
Tras soportar envites del disperso
y eludir a una trepa sin valores,
me refugio en el mundo de colores
que brota en cada rima, verso a verso.
Busco el tiempo dormido en los poemas,
veo estrofas con huellas de mis hijos
en las hojas perdidas de algún foro.
Recupero en la tinta los grafemas
sujetos de los temas más prolijos
y sigo mi camino sin desdoro.
Testimonio sonoro,
sus letras son un canto a mi medida,
limpias, como mis manos y mi vida.
Artesana, 18-3-10
Dedicado a mi tía Mamen que nos dejó rodeada de los suyos y dando ejemplo de fortaleza, fe y amor a su
familia.
La flor de su sonrisa
Brisa y viento, jazmín, romero y jara,
herida por la zarpa del destino,
renace entre las sombras de su sino
enfrentando la vida cara a cara.
No quiso que la muerte la rozara
con la hiel de su aliento vespertino,
no quiso, ni en la linde del camino,
rendirle su sonrisa franca y clara.
Valiente, sus tres hijos a su lado,
mimada por los nietos que ha cuidado
se entrega al más allá con entereza.
Dando ejemplo de fe, dulce y sumisa,
los consuela y se apaga mientras reza
en los labios la flor de su sonrisa.
Artesana, 10-3-10
Maternidad
Muñecos infantiles sugerentes
preparan tu alegría venidera,
mi cuerpo es una fértil primavera
desbordado entre ritos inconscientes.
Soplos de sensaciones diferentes,
volviendo del revés mi vida entera,
crepitan sobre llamas de una hoguera
viva pese a los miedos reticentes.
En una esfera aislada de este mundo,
buceas protegido por mi apego,
que te acuna en su mar tibio y fecundo.
Fuera la nebulosa, dentro el fuego,
y, agitados de un vórtice profundo,
llegan la luz, tu llanto y el sosiego.
Artesana. Dic. 2007
Compañía de María
En el alma marcado está dormido
el pasado, indeleble como tinta,
borrosa y aún legible, mi ya extinta
infancia sigue viva en su latido.
Crónica de un saber jamás perdido,
aquel aula en caprichos tan sucinta
brilló con la enseñanza variopinta
que fue luz de mi mundo reducido.
Dibujando vivencias, quedamente
pervive una niñez de privilegio,
contrapunto y raíz de mi presente.
Si la fe degenera en sortilegio
y el frío se hace páramo en mi frente,
yo le rezo a la Virgen del colegio.
Ana Vizcarrondo -Artesana. Dic. 2007
Las manos de mi padre
Al aire adormecida, ensoñaciones
se mezclan con el agua del rocío,
las noto como un leve escalofrío
penetrar gota a gota en mis pulsiones.
Son lágrimas del mar de mi consciente
apegado al sentir tibio de antaño
que ruedan aliviando cualquier daño
intruso entre las olas del presente.
Recuerdo claramente en esta euforia
la luz que transformaba en suaves brisas
las noches de tormenta y desencuadre.
Un tacto que pervive en la memoria,
entrelazando llantos y sonrisas
mis manos en las manos de mi padre.
Artesana, 1-6-08
Libre
Feliz voy por las sendas imperiales
que conducen el alma a su victoria,
yo no pienso seguiros en la noria
de vuestras paranoias demenciales,
porque quiero elevar limpios los ojos
con la luz que me dan mis tradiciones,
libre al fin de revanchas y traiciones,
a salvo de dogmáticos cerrojos.
Aguardad a los trenes sin destino
prisioneros de un mundo imaginario
y de esa fe apegada a dogmas viejos.
Aguardad en los bordes del camino
esperando al mesías libertario
que os redima de miedos y complejos.
Artesana, 31-7-08
Tu y yo
Yo no soy el secreto de un poema,
yo no tengo inocencia de paloma,
no me siento a llorar bajo la luna
ni sigo el devenir de la corriente.
Quiero ser la respuesta no prevista,
la luz entre los peces de colores,
chapoteos de un niño sobre el barro
y esa sed que se siente a media tarde.
Cuando llegas no busco la razón,
las sombras se iluminan cuando ríes,
por tus ojos asoma el universo,
lo comprendo a través del mundo tuyo
que hago mío sin dudas, y te noto
a través del silencio de mi ritmo.
Artesana, 12-8-08
El momento de las flores
No quisiera morir y ver mañana
mi foto amortajada bajo un lazo,
pluma amarga de cuervo, negro trazo
deprimente colgado en la ventana.
Me atormenta ese cerco de obsidiana
convertido en postrero aldabonazo
que ensombrezca con un funesto abrazo
la paz de mi sonrisa cotidiana.
Enlutados desfilan los rencores,
reniego de las falsas despedidas
a remolque de un frío impulso lerdo.
Cuando llegue el momento de las flores,
quiero solo las lágrimas vertidas
por las ondas felices del recuerdo.
Artesana, 31-10-08
Cremación
Cuando muera prefiero hacerme flor
en un ramo de llamas coralinas
y unirme a las ardientes danzarinas
redimida del frío enterrador.
Tras las cruces del rito funerario,
remontada la pira de mi fuego,
todo es brisa, suspiros y sosiego,
libre al fin de ese último sudario.
Nada habrá que profane mi reposo,
discurriendo entre gráciles volutas,
seré humo envolvente caprichoso.
Ascenderé senderos celestiales
a encontrar las verdades absolutas
desnuda de los hábitos mortales.
Artesana, 5-11-08
A mi perro Ránger
Se desdibuja el parque a cada paso,
la fuente no me envía su sonido;
con la angustia del ánimo vencido,
lloro lo inexorable del ocaso.
No acude, quieto el rabo consentido,
a calmar un suspiro de fracaso
ni compone su gesto de payaso
para imprimirle tono a mi latido.
Vivo aún nuestro vínculo vital,
acaricio su hocico siempre atento,
ya frío, sin cariño, sin aliento.
Y, asida a la verdad más ilusoria,
lo siento en otro plano intemporal
alegrando el jardín de mi memoria.
Artesana, 13-1-10
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